En una España que calcula los millones de turistas que llegan a nuestras costas y ciudades, de repente, tomamos conciencia de que nuestras tierras de interior permiten sentir nuestra ansiada comunión con la naturaleza, la cultura local y nuestras tradiciones, gastronomía y patrimonio natural.

Los municipios de la España vacía han identificado sus atractivos culturales y naturales, diseñando actividades turísticas con valor en torno a ellos, involucrando a la población local, priorizando lo autentico y evitando la masificación.

Hay tres pilares para dar cobertura a este importante flujo de visitantes sensibles y exigentes: 

• Alojamientos con encanto (casas rurales, hospederías, refugios, campings, glampings).

• La enogastronomía, quizás el más potente de los productos de proximidad (variedad y calidad de vinos, almazaras, quesos, dulces)

• Y el paquete motivacional de actividades.

Estas experiencias son las que dejaran un recuerdo autentico en los viajeros. El verdadero valor reside en saber trasmitir los productos, costumbres y tradiciones.

Acompañar a los pastores en su trashumancia, extraer miel, participar en la matanza del cerdo, elaborar chocolate, visitar un mercado medieval, festivales de música en la naturaleza, fiestas como la tomatina, la tirolina más grande de Europa, encontrar restos de las antiguas profesiones y artesanías locales...

La naturaleza en un país con más de dieciséis parque nacionales e incontables parques naturales es ideal para trekking, paseos a caballo, rafting, quads, descenso de cañones. Nuestra historia es motor de interés con rutas culturales que transportan a otra dimensión: el Camino de Santiago, el Legado Andalusí, las Juderías, los celtas, la ruta cervantina, el Camino del Cid

Lo más importante que hemos conseguido es cambiar nuestro concepto de patrimonio. Además de ser el segundo país del mundo con más lugares  Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, hemos dado reconocimiento a esos olvidados molinos, puentes, lavaderos, hórreos y ermitas…

Las perspectivas de futuro son muy positivas, incorporándose cada vez más poblaciones a esta red y permitiendo que España se consolide como líder en un sector en crecimiento.